![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuRvgHShPyJh6Lr-GRZEA9tPXr_T9dzl0azixnSwFDnz2CG_lXz2-t8A3uiePLU1idgyGMMOWfBmV6IzeDkFOIrz1C7Ki8hw3n8kUvrH1ApXBHSqOPeLURpWvd3wghLjGb7RTKQ8JmkJVs/s200/nestor-kirchner.jpg)
El sorprendente desenlace del ex Presidente fue un golpe durísimo para el oficialismo pero también para el país que perdió a su último líder político.
La muerte de Néstor Kirchner fue un cimbronazo que conmovió el país y abre un abanico de incertidumbre de cara al futuro de toda la Argentina. Ahora su mujer, Cristina Fernández, deberá gobernar sola sin el apoyo y sostén de su marido. El general Juan Domingo Perón debe estar recibiendo a su mejor alumno.
Más allá de sus errores, globalmente desde el punto de vista político, económico y social, tal vez la presidencia de Néstor haya sido una de las mejores de esta etapa democrática. Claro que eso no significa gran cosa si tenemos en cuenta la hiperinflación de Alfonsin, el despilfarro menemista que desembocó en la crisis que eyectó al errático De La Rua, o los problemas sociales de Duhalde. Tendrá varias cosas que se destacaran en los manuales de historia en obras de gobierno kirchnerista como su defensa de los derechos humanos, la jubilación para las amas de casa, la cancelación de la deuda con el FMI, la estabilidad de la economía, la reestructuración de la Corte. También tiene cosas en el debe, como su cansadora y mediática pelea con Clarín o la Iglesia, o la manipulación del INDEC con los índices de la inflación.
Su llegada al poder parecía un viento de frescura ante el "que se vayan todos" pedido a gritos por toda la población en la debacle del 2001. Era un animal político, un animal político, que armó un personaje que se lo fue consumiendo. Tenía que haber parado en algún momento pero decidió seguir pese a que su cuerpo le pedía un descanso. Todas las encuestas lo daban como ganador en las presidenciales del año que viene. Un descanso no lo hubiera perder terreno. Pero pagó el precio, a estar siempre dispuesto a la confrontación. Se cierra un etapa con su muerte. El peronismo sobrevivió sin Perón. El kirchnerismo tendrá la misión de perpetuarse sin su ideólogo.
El golpe solo puede compararse con el fallecimiento de Perón. Pero se sabe que Cristina no es Isabelita. Por eso luego de que se recupere de la pérdida podrá seguir gobernando. El problema tal vez lo tenga dentro de su propio partido porque el resto de la oposición sabe que meterse con ella ahora sería como quemarse. Ahora más que nunca, su suerte es la de la Nación. Con todo lo que eso significa.